“Tu vida no mejora por casualidad, mejora por el cambio” - Jim Rohn
Hablar de cambios es hablar de transformarse y de crecer. Hay cambios que llegan a nuestra vida sin que conscientemente los pidamos, es como si nos estuvieran invitando (o empujando) a crecer y a movernos de lugar, estos cambios incomodan, otros más nosotros los buscamos ya que sabemos es el momento de expandirnos y de usar aún más nuestra creatividad. El cambio implica flexibilidad, requiere que soltemos el control y que nos adaptemos a las nuevas condiciones para tomar más impulso y después de un lapso volver a crecer, a cambiar.
Me daban pavor los cambios, mucho, pero creo que sin querer aprendí que en mi familia el cambio desestabilizaba, se sentía como una pérdida que además te condenaba a no volver a tener eso o algo parecido, eso percibía porque a mis papás no les enseñaron a moverse ante los cambios, todo era bajo planeación, qué sí sirve para algunas cosas, pero que en otras frustraba cuando no todo salía como lo “previsto” y es que a veces, planear tiene que ver con cosas externas, más que prepararse y “talachearse” internamente.
Nací en Puebla, luego crecí en Tijuana, después durante un periodo corto, estuve en Mexicali, posteriormente estudié en Pachuca y, finalmente me mudé a la Ciudad de México. A lo largo de ese tiempo, en todos esos lugares a los que me mudé de casa fue por 13 veces, me chocaba la mudanza, lo que implicaba el hecho de “perder a mis amigos” para “conocer a nuevos”. Actualmente veo eso como una ventaja porque logré adaptarme muy rápido a nuevos grupos sociales, y es que eso sucede cuando nos movemos, hay que desarrollar nuevas habilidades, ampliar la creatividad, abrirse a nuevas maneras y perspectivas, eso es “surfear la ola”, “ir a favor de la corriente” y sentir ligereza. Años más tarde, cuando llegué a la parte de mi propio trabajo personal y de autoconocimiento, dejaron de molestarme los cambios, comencé a verlos como oportunidades para crecer, dejé de “esperar a que la vida me moviera” para yo generar los cambios en mi vida, esto hizo que aunque repentinamente hubieran jugadas inesperadas, siempre veía el beneficio a mi favor.
Cuando empezamos a cuestionar lo que pensamos, lo que creemos, y hacemos un cambio de creencias, tenemos claridad, sabemos qué queremos, actuamos con congruencia y tenemos disciplina mental, nosotros nos convertimos en los creadores de los cambios en nuestra vida. Pero, para eso se necesita mucha valentía, así que muchas veces no es tener miedo a los cambios, sino a no ser valiente. Empieza a invitar, a incluir a la valentía en tu vida, es la que te permitirá la fortaleza y flexibilidad que se requiere para crecer contigo y no a pesar de ti.
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