Muchas veces empezamos nuestro propia búsqueda personal, porque sentimos que tenemos toda nuestra vida en completo desorden.
Generalmente cuando sentimos que tocamos fondo, y que hemos estado mucho tiempo en una misma situación de la que ya queremos salir, la primera pregunta que nos hacemos es ¿POR QUÉ? , ¿por qué nos pasa lo que nos pasa, por qué a nosotros, por qué solamente a mi, por qué en este momento de mi vida?, pero no nos damos cuenta que preguntarnos por qué solo es corretearnos en un laberinto sin salida que nos pone en papel de víctimas, un papel que empodera a nuestro ego, porque nos hace sentirnos "los únicos" con la situación que estamos pasando, separados y en desventaja de los demás, pero lo que pasa es que con ésta pregunta solo nos estancamos más, porque nos justifica, nos edita, hace que sintamos culpa y que culpemos a los demás.
El verdadero cambio se hace cuando las preguntas son correctas, cuando nos abrimos a las posibilidades y cuando sustituimos el ¿POR QUÉ? por ¿PARA QUÉ?
Cuando nos cuestionamos ¿PARA QUÉ vivimos lo que vivimos? , encendemos el lado derecho de nuestro cerebro. Quitamos los juicios y las etiquetas. Hacemos que las respuestas se vuelvan creativas, y lo mejor de todo es que nos abrimos a las posibilidades.
Por ejemplo:
"Acabas de perder tu empleo, y no encuentras uno nuevo en el tiempo que te habías propuesto entonces:
- Tu diálogo interno se convierte en: ¿Por qué no consigo empleo? ah porque seguro ya no tengo la edad que se necesita, porque me faltan conocimientos, porque ya esta muy difícil encontrarlo.
Como verás, solamente llegan a nosotros los peores escenarios, y con un dialógo en la cabeza así, cómo no deprimirse y sentirse siempre en desventaja, en cambio, si cambiamos al ¿Para qué seguiré desempleado? llegarán pensamientos como: Ah, para prepararme más, para pasar tiempo con mi familia y encontrar un empleo con balance entre tiempo laboral y tiempo familiar, para inscribirme a algo que me gusta, para valorar lo que tengo, para abrirme a hacer nuevas relaciones.
Aquí todo cambia, es como darle la vuelta a la hoja y ver desde otra perspectiva, ver con esperanza el panorama y no como castigo divino, porque la traen contra nosotros.
¿Para qué habrás leído este post? Yo creo que para abrirte a las posibilidades y para que la buena vibra entre a tu puerta.
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