Día 9: Blanco: Sólo luz

Después de comprender que todo es perfecto, que no hay nada que cambiar, sino verlo desde la perspectiva del amor, empezamos a permitir que todo suceda, a apreciarlo, a vivir sin resistencia y a contemplar todo. Comprendemos que nuestro cuerpo es un templo, un vehículo, pero que somos más que eso, que nuestra esencia es luz infinita, que requiere ser expresada en materia, en un cuerpo, es decir en cada uno de nosotr@s que forma parte de esa luz, por lo que sentimos la verdadera conexión sin separación.

Llegamos a la luz en ciertos momentos de nuestra vida, cuando meditamos, cuando vivimos algún instante santo, viendo algún atardecer, o pasando un tiempo de calidad con nuestra familia. La luz permite que transitemos estados de manera amorosa. La luz también nos muestra sombra, pero con la energía de la luz empezamos a percibir que la sombra es una ilusión de lo que no somos, es “un contrario” intangible que nos permite mirarnos integralmente.

Para efectos de este reto, el blanco no será representado por chakras. El blanco será la nada. Es la energía de lo divino, puro, espiritual, y de la “nada”.

Nada que sanar, nada que aprender, nada que resolver, nada que cambiar, nada que reparar, nada que trabajar, nada que entender, nada que hacer, nada que reclamar, nada que reprochar, nada que pensar.

Utilizar la vibración y la energía del color blanco el día de hoy, nos va a ayudar a conectar con este estado de pureza, de paz, de divinidad completitud, y permisión, el estado de SER.